LA REGIÓN
El amplísimo repertorio de aplicaciones de los vehículos aéreos no tripulados, también conocidos como drones, continúa ofreciendo soluciones que facilitan la realización de trabajos de todo tipo. El estudio del terreno, a través del empleo de estos artefactos, para la localización de fuentes termales no conocidas, de cara a su futura explotación económica se ha convertido en un ejemplo de ello y en una apuesta de la Diputación, que ayer probó su capacidad en el entorno termal de Outariz.
Se trata de drones de las empresas gallegas Technou y Aerocámaras, pertenecientes al grupo Dreams Factory, que llevan incorporadas cámaras y sensores térmicos de distintos rangos espectrales. Su empleo facilita el seguimiento de las variaciones de temperatura de las masas de agua superficiales, lo que permite encontrar nuevas zonas en las que se podrían desarrollar infraestructuras termales. Su gran ventaja es el bajo coste de su uso respecto a la fotografía satelital que se empleaba anteriormente, además de su mayor flexibilidad, de cara a fijar unos criterios de búsqueda más específicos.
El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, que estuvo presente en las pruebas realizadas, destacó la “especial incidencia” que el empleo de los drones puede tener en el ámbito termal. “Permiten indagar y descubrir nuevos manantiales, y también realizar un seguimiento en tiempo real de la temperatura de sus aguas”, explica, resaltando la importancia que estos artefactos pueden tener para las administraciones con competencias de termalismo y para los balnearios.
Visto el creciente interés por el empleo de esta innovadora tecnología, la institución provincial anunciará en las próximas semanas la organización de un curso de capacitación sobre el pilotaje de drones, con lo que se convertirá en el primer gobierno provincial español en apostar por esta acción formativa, tal como recordó el presidente de la Diputación.
Manuel Baltar apunta que este curso “iría destinado tanto para particulares como para técnicos y funcionarios”. “Desde el punto de vista de las administraciones públicas, los vehículos aéreos no transportados podrían desarrollar funciones importantes, ya que su campo de acción es ilimitado y se podrían dedicar a muchísimas cosas”, comentó el presidente, apuntando como posibles aplicaciones el control y la planificación de trabajos en infraestructuras. Baltar destacó que esta certificación “permitirá que se manejen con solvencia”.
Otra de las iniciativas que no descarta la institución provincial en relación con el uso de drones sería la instalación de una base en la zona de A Limia, concretamente en Trasmiras. “La zona reúne unas condiciones que la convierten en especialmente apta para la implantación de alguna infraestructura que tenga que ver con el tema aeronáutico”, explicó Baltar, que quiso ser prudente en este aspecto y, sin confirmar el interés de la Diputación en una posible puesta en marcha a corto plazo, defendió que “no se puede dejar en un segundo plano, ya que podría mejorar las condiciones socioeconómicas de A Limia”.