Uno de los campos de actuación de los UAS que más ha crecido en los últimos años es la agricultura de precisión. Organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideran los drones como un elemento decisivo en la lucha para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible propuestos en la Agenda 2030. Además, existen una serie de factores clave para la incorporación de drones en la agricultura:
- El potencial para optimizar recursos hídricos y de producción.
- La tendencia hacia la desertificación que se evidencia en diversas zonas de España.
- La eficacia de los drones en materia agropecuaria, gracias a las experiencias exitosas desarrolladas, por ejemplo, en los viñedos de la provincia gallega de Ourense.
La adaptabilidad de los drones ha hecho de ellos una herramienta cada vez más utilizada por los agricultores españoles. Parte del éxito proviene del hecho de que una misma aeronave puede utilizarse para distintos usos tan solo cambiándole el equipamiento.
Índice de contenidos:
- Drones para fumigar
- Drones para monitorear cultivos
- Drones para vigilar campos y cultivos
- Drones para siembra
- Ejemplos de trabajos con drones en agricultura
- AeroHyb Hexacopter, nuestro dron agrícola
Entre los usos profesionales de drones en agricultura de precisión podemos destacar lo siguientes campos de actuación:
Drones para fumigar
Cada vez resulta más común encontrar drones fumigando los campos españoles. Las ventajas de utilizar UAS en este tipo de tareas frente a los métodos tradicionales, son variadas: las aeronaves alcanzan un nivel de precisión muy alto y una velocidad superior, pudiendo llevar a cabo recorridos de manera automatizada. Por ello este método de fumigación resulta más económico y minimiza los riesgos para la salud de los trabajadores.
Esta tendencia no se da tan solo en España. Los UAS fumigadores ya están siendo utilizados en cultivos como el maíz y el arroz en las Américas y en Asia.
Para este tipo de tareas son muy utilizadas las aeronaves de la serie AGRAS de DJI. Éstas representan un significativo ahorro de tiempo y, a su vez, resultan sencillas de utilizar a la hora de aplicar fitosanitarios (una tarea que, realizada manualmente, resulta insalubre y, además, muy lenta).
A priori, el coste inicial de este tipo de aplicaciones puede resultar un tanto elevada para el pequeño productor, pero lo cierto es que el ahorro en la reducción de tiempos y gastos de mantenimiento de maquinaria agrícola es apreciable a medio plazo.
Drones para monitorear cultivos
Equipados con sensores especiales y apoyados por inteligencia artificial, los drones son capaces de monitorear cultivos en tiempo real, identificando plagas y realizando un seguimiento exhaustivo del crecimiento de las plantaciones. El grado de detalle y de fiabilidad de los datos obtenidos mediante este método es inigualable.
Podemos encontrar ejemplos del uso de drones para monitorear cultivos en las plantaciones de árboles frutales de los Estados Unidos, o en los campos de cebada, entre otros.
Esta es, quizás, la aplicación de mayor éxito entre los partidarios de la introducción de UAS en el proceso productivo agropecuario debido a su inmensa amplitud de funciones. Existen numerosas cámaras y sensores (RGB de alta resolución, multiespectral, LiDAR, hiperespectral, térmica, térmica radiométrica, etc.) que pueden ser empleados para funciones muy específicas.
Son muchos los drones que se utilizan para este tipo de tareas actualmente, pero todos tienen algo en común: la disposición de cámaras con ajustes manuales (ISO, enfoque, etc.) y la posibilidad de intercambio entre los diferentes dispositivos y sus ópticas según su finalidad.
Entre las aeronaves más usadas para monitorear cultivos encontramos los DJI Phantom, Mavics, la serie Matrice, drones Custom, el español C-Astral y los VTOL. Pese a que, en muchos casos, se trata de multirrotores, los equipos de alta gama que se usan en agricultura de precisión suelen ser de ala fija. En cuanto a sensores, suelen utilizarse los Sony, Flir, MicaSense y Velodyne, entre otros.
Drones para vigilar campos y cultivos
Otra de las posibilidades más apreciadas de los drones en la agricultura de precisión es su capacidad de vigilar las plantaciones. Los UAS son capaces de identificar amenazas y deficiencias (de agua, de fertilizantes, etc.) en tiempo real y con un grado de precisión milimétrico.
Este tipo de vigilancia con drones es muy útil, por ejemplo, en la industria vitivinícola europea. En este sentido, Galicia ha sido de las regiones pioneras en la introducción de UAS en los viñedos.
La clave en este caso es la autonomía. Por eso, para este tipo de tareas suelen utilizarse aeronaves de ala fija o equipos híbridos. Incluso pueden usarse drones cautivos (multirrotores con un cable a tierra mediante el cual obtienen energía). Es importante que los UAS cuenten con sensores RGB de alta resolución con zoom, sensores térmicos y sensores IR de visión nocturna.
Drones para siembra
El proceso de siembra es uno de los momentos críticos de todo el ciclo agrario. Por eso, cada vez más agricultores deciden utilizar drones para realizar esas tareas. Al minimizar el margen de error y llevar a cabo su labor de manera mucho más rápida de lo que lo haría un ser humano, los UAS permiten reducir de manera considerable los costes de producción.
Experiencias interesantes de reforestación con drones se han llevado a cabo recientemente en Australia y Nueva Zelanda. De todos modos, se trata de un campo de actuación todavía en fase experimental.
Existen sistemas externos de carga para adaptar las aeronaves y así poder llevar a cabo la dispersión de semillas. Por lo general, se utiliza un sistema de aire comprimido. De todos modos, es recomendable que las semillas sean encapsuladas para evitar daños al ser diseminadas o al tocar el suelo.
Ejemplos de trabajos con drones en agricultura
Además de las experiencias citadas, como la desarrollada por Aerocamaras en Viña Costeira, encontramos UAS en cada una de las labores de la agricultura de precisión. Incluso el Dron Velutina, desarrollado especialmente para luchar contra la avispa asiática, cumple una función de preservación de las especies autóctonas y protección de los cultivos afectados por este insecto invasor.
Según datos de la Comisión Europea, se estima que en 2021 las ventas globales de drones alcancen los 29 millones de euros. Aún así, los expertos coinciden en el desafío que implica poner estas tecnologías al alcance de los pequeños productores agropecuarios.
La FAO, por su parte, se ha mostrado entusiasta en relación al potencial que tienen los drones en la industria alimenticia, ya que al abaratar costes y optimizar la producción, los UAS se han convertido en un aliado indispensable de agricultores.
Un claro ejemplo de este potencial se ha visto recientemente en el sur de la India, donde se han empezado a utilizar drones para rociar micronutrientes en los cultivos de zonas donde el empobrecimiento del suelo hace peligrar la producción.
AeroHyb Hexacopter, nuestro dron agrícola
Además del know how, de la experiencia y el entrenamiento de los pilotos profesionales de drones especializados en agricultura de precisión, contar con un buen UAS resulta indispensable. Para este tipo de usos, las aeronaves capaces de realizar vuelos largos sin interrupciones y con mucha autonomía son los más indicadas.
Conscientes de ello, en Aerocamaras hemos desarrollado el AeroHyb Hexacopter. Se trata de un multirotor con 7 horas de autonomía que combina gasolina y electricidad. Es capaz de transportar cargas de hasta 5 kilogramos durante 2 horas. Tiene, además, un rango operativo de hasta 100 kilómetros.
Para tareas de fumigación, el AeroHyb es equipado con un depósito de fitosanitarios y un sistema de irrigación. Una carga de 5 L de fitosanitarios con un MTOW de 25 Kg permite una autonomía de 3 horas. En este sentido, el AeroHyb dispone de una menor capacidad que un AGRAS. Sin embargo, en contrapartida, la aeronave desarrollada por Aerocamaras posee una autonomía mayor, lo que se traduce en un coste operativo menor.
En cuanto al proceso de siembra, el AeroHyb es capaz de plantar hasta 4 Kg de semillas con una autonomía de 3 horas, mediante un sistema de aire comprimido. Para tareas de vigilancia, por otro lado, este UAS puede ser equipado con una cámara con zoom, una térmica y un gimbal 360º.
También puede equiparse con una Sony Alpha 7R y una MicaSense Altum, junto con un sistema Emlid RTK. De esta forma, el AeroHyb alcanza las 5 horas de vuelo ininterrumpidas. Estas características lo hacen muy atractivo para tareas de agricultura de precisión.
Si quieres saber más sobre servicios de agricultura de precisión con drones no dudes en consultarnos. Nuestros asesores te indicarán todo lo que necesitas saber para aumentar la producción y mejorar la calidad de tus cultivos usando UAS. Llámanos al 900 43 10 31 o escríbenos a info@aerocamaras.es.
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